Valientes líderes de la Ciudad de México
Ester
es una historia maravillosa llena de intriga y de reversos,
personajes despreciables y héroes improbables. Y aunque dentro de
sus páginas un hombre elige a una mujer para que se convierta en su
reina, debemos abstenernos de pensar que la historia de Ester es una
historia romántica. Porque el rey en cuestión eligió a su reina
por razones exclusivamente egoístas y no por amor. Sin embargo, la
historia de Ester es sobre un amor profundo: el amor de Dios por su
pueblo y su compromiso con ellos.
Curiosamente,
aunque la historia es sobre Ester y cómo ella salva al pueblo de
Dios, el libro comienza sin ninguna mención de Ester ni ninguna
mención de los judíos. Muy por el contrario, el libro de Ester
comienza con un rey pagano llamado Asuero que trata de impresionar a
sus nobles y sus funcionarios y a todos los oficiales militares de
Persia y Media, dándoles un gran banquete. Un banquete que duró
ciento ochenta días. La historia nos dice que Asuero planeó una
excursión militar y que necesitaba el apoyo de todos sus amigos
políticos.
Entonces
Asuero da otro banquete para todas las personas en la fortaleza de
Susa. La Biblia describe una sala profusamente decorada donde los
invitados reciben cantidades enormes de vino y comida. De hecho, el
narrador hace un punto para decirnos que Asuero no puso restricciones
a sus invitados. Él les dio todo lo que quisieron. Fue tan
"generoso", que incluso les ofreció a su reina. Después
de siete días de festejar y beber, Asuero estaba "alegre del
vino." En otras palabras, estaba bastante borracho. Y en su
estado ebrio, el Rey le dice a sus eunucos que le traigan a la Reina
Vasti para que la pase delante de sus invitados ebrios. Asuero usó
su riqueza, su comida, su vino para impresionar a sus invitados, y
ahora Asuero quiere usar la belleza de Vasti para influir en ellos
también.
En
este capítulo, el narrador nos da una comprensión muy clara del
carácter y el temperamento del Rey Asuero. Asuero estaba dispuesto a
poner a su reina en una posición muy vulnerable por desfilarse
frente a hombres que han estado bebiendo sin parar durante 7 días.
Los hombres que se han entregado sin límites, ahora tendrán una
mujer muy hermosa desfilada frente a ellos para su placer. Así que
sin pensar en sus necesidades, sin pensar en su seguridad, Asuero
quiere usar a la Reina por sus propias razones egoístas. Y Vasti se
niega.
Ese
fatídico día, Asuero nunca podría haber imaginado que su solicitud
mal concebida podría iniciar una cadena de eventos que culminaría
en la liberación del pueblo de Dios. Pero ahora, la historia de
Ester comienza.
Como
ya lo hemos señalado, la historia de Ester incluye una gran variedad
de personajes interesantes, incluyendo a líderes poderosos y sujetos
vulnerables. Sin embargo, a medida que la historia se desarrolla,
pronto nos damos cuenta de que el verdadero líder en la historia no
es necesariamente el hombre con todo el poder y el prestigio. Por el
contrario, en este cuento, el verdadero líder emerge de la
oscuridad: una mujer humilde sacada a la fuerza de su casa y luego
escondida en el palacio real, que no disfrutaba de ninguna de las
ventajas de su homólogo masculino.
Dios
también permanece escondido en las páginas de la historia de Ester.
A lo largo de todo el libro, el nombre de Dios nunca se menciona. A
diferencia de Asuero, que prefería el centro de atención y quería
que todos supieran su nombre, Dios nunca llama la atención sobre sí
mismo. En el libro de Ester, Dios no realiza milagros. Él no separa
el mar rojo ni alimenta a cinco mil personas con unos pocos panes y
peces. Él ni siquiera cura a un ciego. A lo largo de la historia de
Ester, Dios permanece detrás de las escenas. Escondido pero no
ausente.
Del
mismo modo, Ester eligió la oscuridad sobre la prominencia. Para
Ester, ese era el curso de acción más seguro para una mujer en su
época. Sabemos lo que les sucedía a las mujeres que decían lo que
pensaban, ¿no? Eran desterradas. Era difícil ser una mujer en los
días de Ester. No importa quién era o dónde vivía: si era mujer,
era vulnerable. Si una reina en la corte real no estuviera a salvo de
los caprichos egoístas de los hombres poderosos, ¿qué tan seguro
sería para una mujer judía humilde en una casa pagana?
En
el mundo donde Vasti y Ester vivían, los hombres como Asuero a
menudo ejercían su poder egoísta, indiscriminadamente e
impulsivamente. Las agendas personales tuvieron prioridad sobre el
bienestar de sus sujetos. Después de que Asuero desterró a la
Reina, sus asistentes personales sugirieron que enviara agentes en
cada provincia para encontrar a las mujeres más bellas y traerlas al
harén real. Asuero ya tenía un harén lleno de mujeres. Pero para
parecer poderoso y autoritario,
Asuero se llevó a las mujeres más bellas de sus familias, sin tener
en cuenta sus esperanzas o sus sueños, y las llevó a su harén.
Ester
fue una de estas mujeres reunidas en la redada. Ester no tuvo otra
opción en el asunto. Solo puedo imaginar lo que Ester y esas otras
mujeres sintieron en ese momento. Y aunque Dios pudo haber parecido
escondido a Ester, y a todos los judíos en ese momento, no estaba
ausente ni ignorante de su difícil situación.
Las
mujeres enfrentan desafíos únicos en nuestro mundo. Ellas siempre
las tienen. La historia de Ester, así como las historias de Rut y
Ana, Abigail y Mical, Elisabet y Lidia prueban este punto. Es difícil
ser una mujer. Y como somos mujeres, podemos imaginarnos mejor las
dificultades que ellas enfrentaron y los entornos hostiles en que
vivían porque, aunque los tiempos han cambiado, algunas cosas no han
cambiado. Y aunque todas estas mujeres enfrentaron enormes
desventajas, también tenían una gran ventaja: Dios estaba de su
lado. Compartimos esa ventaja. Y tenemos una a otra.
¿Cómo
se convirtió Ester en un salvador para su pueblo? ¿Cómo sobrevivió
y prosperó a pesar de un enemigo persistente, líderes manipuladores
y un ambiente cultural hostil? Así es como: Ester confió en la guía
del Espíritu, usó el cerebro que Dios le dio, pidió ayuda de
personas confiables, y ella planeó meticulosamente y esperó
pacientemente antes de actuar.
Mujeres
de Dios, pertenecemos a una comunidad de mujeres valientes que
comenzó con la creación de Eva. Una hermandad que incluye a personas como la reina Ester, la juez Débora,
la profeta María, la apóstol Junia y la maestra Priscila. Una
comunidad de mujeres que incluye a todas las hermanas de esta
reunión, a todas las mujeres de su iglesia, y a todas las mujeres de
todo el mundo de las que todavía tenemos que conocer. Pero todos
estamos conectados por nuestras historias, experiencias y, sobre
todo, por el Espíritu de Dios.
Mujeres
de Dios, porque la vida ya es lo suficientemente dificil para
nosotras, seamos muy amables unas con otras. Aligeremos mutuamente
las cargas y atendamos a los heridos entre nosotras con compasión.
Seamos generosas en nuestro amor, en nuestras oraciones, y en
nuestras palabras. Intentemos escuchar mejor y alentar más. Al igual
que Ester, podemos sentirnos escondidas e inseguras. Pero Dios está
con nosotras y entre nosotras. Sí, es difícil ser una mujer. Pero
juntas somos una fuerza a tener en cuenta.